Este proyecto de cocina es un claro ejemplo de cocina Personal Kitchen, funcional, a la última y estéticamente espectacular.
Cuando nuestros clientes se pusieron en nuestras manos, ya tenían una idea aproximada de lo que deseaban para su cocina. Su nueva vivienda sería un Open Concept con cocina abierta al salón. La cocina sería blanca para potenciar la luminosidad del espacio pero debía transmitir calidez y sensación de hogar. Además debía tener una isla, en la que alojar la inducción invisible y aportar un extra de almacenaje.
Después de estudiar diferentes opciones de planificación y diseño, ésta sería la cocina que haríamos realidad: Una cocina única, totalmente personalizada, adaptada a las nuevas tecnologías y con una estética en la que el estilo clásico y moderno se asocian para crear una armonía perfecta.




La cocina tendría una distribución en «L», con la zona de aguas en el frente principal, la zona de columnas a la derecha y la zona de cocción en la isla.
Para los muebles de cocina, nuestros clientes eligieron una de nuestras puertas estrella: El modelo Focus, en blanco mate con un enmarcado sencillo de estilo clásico, con tiradores en cobre. Para la encimera y el frente de cocina, nuestros clientes se decantaron por el modelo de porcelánico Calacatta Gold.



Para aportar calidez a la cocina, añadimos elementos decorativos en madera. En el frente principal diseñamos un decorativo a medida para el desayunador, y en la zona de columnas, planificamos una estantería abierta en la misma madera de roble.



La lavadora y secadora de libre instalación debían ir en la cocina, pero tendrían que quedar ocultas. Para ello diseñamos un mueble especial, que permitía ocultar los aparatos y además, añadir un extra de almacenaje para los productos de limpieza.



Nuestros clientes apostaron por añadir en su cocina, una de las últimas tecnologías más exclusivas: La inducción invisible. De esta manera, conseguiríamos una isla versátil y multifuncional.
La inducción invisible, permite aprovechar al máximo el espacio de trabajo, liberando la superficie de la placa de inducción habitual, ya que ésta se coloca bajo la encimera porcelánica. La inducción invisible cuenta con tres zonas de cocción que se controlan mediante un mando externo que permite incluso programar los tiempos de cocinado.





Además de alojar la zona de cocinado, esta isla debía servir como extra de almacenaje y como mesa de comedor. Por ello cuenta con muebles a los dos lados y con una barra el «L» que permite reunir a toda la familia.


Este proyecto de cocina está salpicado de pequeños detalles que la hacen aún más funcional y única. Desde la elección del grifo y el fregadero, hasta la planificación estratégica de las regletas de enchufes para el desayunador y la isla. Compartimos algunas de las imágenes que lo demuestran.









¡MUCHAS GRACIAS!
Por elegirnos para hacer realidad esta preciosa cocina. Ha sido todo un honor para nuestro equipo, plasmar vuestras ideas y hacerlas realidad.
¡Un abrazo muy fuerte y a disfrutarla!